
La reforma del Paseo Neptuno, pendiente dos años después de la aprobación del plan del Cabanyal
La reforma del Paseo de Neptuno de València está en vía muerta cuando se cumplen dos años de la aprobación del plan especial del Cabanyal que incorporó la revisión de todo el paseo marítimo, incluido el entorno de los restaurantes del paseo de Neptuno. Así se desprende de la respuesta facilitada por la Concejalía de Urbanismo a la portavoz del grupo municipal de Compromís, Papi Robles, que este miércoles ha denunciado el “abandono absoluto” por parte del gobierno de María José Catalá “una actuación estratégica frente al cambio climático que el gobierno de PP y Vox ha decidido dejar en un cajón”.
La reforma del entorno de las centenarias arrocerías del paseo Neptuno, o de las que aún sobreviven, se incluyó en el nuevo plan especial del Cabanyal aprobado en mayo de 2023 por el anterior gobierno progresista, a instancias de los hosteleros. La idea era peatonalizar la parte trasera de los locales, recayente a Eugenia Viñes, que funciona como aparcamiento y donde se acumulan los contenedores de basura, y dignificar el espacio ganándolo como espacio comercial, con pequeñas tiendas de articulos de playa o regalos. El objetivo, según se argumentó, generar ingresos complementario de la actividad hostelera y evitar la invasión de franquicias.
Solo dos de las 24 arrocerías del paseo de Neptuno (Miramar y la Paz) siguen en manos de las familias valencianas que las crearon. La Pepica, l’Estimat, la Marcelina, la Rosa, Tres Copas, Genaro o la Muñeca por las que han pasado personajes ilustres y miembros de la realeza, como Hemingway, Ava Gardner, Orson Welles o los reyes Felipe y Letizia, han ido cambiando de manos y de actividad en los últimos años, dando entrada a nuevos negocios que han cambiado la imagen de la playa del Cabanyal y las Arenas.
La portavoz de Compromís preguntó en la comisión de Urbanismo cuáles son las actuaciones urbanísticas que el nuevo gobierno de PP y Vox ha llevado a cabo en el último año en la fachada marítima, en concreto, en el Paseo de Neptuno. A lo que Urbanismo responde escuetamente y sin más explicación que dicha reforma se incluye en el plan especial del Cabanyal. A juicio de Robles, la respuesta del gobierno de Catalá deja en evidencia que el nuevo gobierno “no tiene intención de impulsar ninguna actuación en este ámbito, a pesar de ser una de las zonas más degradadas y transitadas de la ciudad”. La portavoz de Compromís lamentó el “partidismo” y el “inmovilismo” del nuevo gobierno con este proyecto de dignificación del paseo de Neptuno y la renaturalización del paseo marítimo, donde se planteó levantar pavimentos y obra dura y sustituirlos por dunas naturales con vegetación.
Figuración de la renaturalización del paseo marítimo / A.V.
La coalición valencianista instan a Catalá a recuperar el estudio de renaturalización de la playa de la Malva-rosa, que se elaboró durante el pasado mandato desde el Ayuntamiento de València, y a redactar un proyecto de acuerdo con la Demarcación de Costas y el Ministerio para la Transición Ecológica para preparar los barrios marineros del norte de nuestra ciudad frente a los temporales futuros, como lluvias y danas, que serán cada vez más intensas y tendrán mayor impacto. “Se trata de avanzar hacia una ciudad más resiliente frente al cambio climático, que se agravará en los próximos años, y sería una muestra de un compromiso real con la transformación urbanística de València mediante soluciones basadas en la naturaleza”, recalca Robles.
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