Partido serio y con condimentos de talento el ofrecido por los rojiblancos en Mestalla. En unos primeros cuarenta y cinco minutos donde controlaron el encuentro, el talento y eficacia de Griezmann y Julián hicieron que se fuesen con 0-2 al descanso. Una pena la última jugada de ‘La Araña’ que hubiese dejado solventado ya el encuentro con tres goles de ventaja. Porque aunque cualquier firmaría un 0-2 , ese resultado es engañoso, pues en cualquier jugada aislada un gol supone una inyección de moral a los cuarenta y cinco mil aficionados de Mestalla. Para ello contribuyeron los cambios rojiblancos en banda izquierda, donde el Valencia empezó a entrar con peligro. Fueron unas sustituciones donde más que soluciones trajeron problemas.

De nuevo se le vió sufrir a Gallaguer a la hora de cumplir con sus obligaciones en esa banda, mucho mejor los del Cholo tras detectarlo metiendo a Giménez como tercer central, dándole el centro al inglés. Fue a partir de ahí cuando de nuevo el Atlético adquirió las riendas del partido, y en una de las intercepciones del inglés, Correa marcaba el tranquilizador tercer gol. De nuevo una demostración de este camaleónico Atlético de Madrid, donde si en la mayoría de partido demostró que el 4-4-2 le daba resultado, cuando estuvo con tres céntrales vivió mucho más cómodo. Eso sí, ponle seriedad a tu equipo, que ya Julián y Griezmann se encargarán de darte una alegría. Y por otro lado, creo que es ilusionante el partido de Llorente en el centro del campo, manteniendo la posición y la posesión. Y por último, creo que es necesario de cara al futuro no volver a tener la desconexión de Griezmann en el segundo tiempo. El francés, que ilumina todas las jugadas en campo contrario, cuando pierde influencia y practicidad en su juego, los rojiblancos bajan peligrosamente sus prestaciones.



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