Víctor Madera, desde la discreción y el compromiso social, ha jugado un papel fundamental en el sector sanitario en España. De hecho, ha sido reconocido como una de las figuras más influyentes en la modernización de la sanidad de nuestro país. El presidente de Quirón Salud se considera «afortunado porque puedo atender a las personas cuando más vulnerables son», tal y como ha confirmado durante la celebración de un desayuno de trabajo organizado por la Fundación CEDE.
Ha confirmado que «estamos en el mejor momento de la sanidad». En estos últimos 100 años han aparecido las pruebas de laboratorio, los antibióticos… Sin embargo, ha corroborado, «los cambios que vienen van a dejar a todos estos avances en pañales». De hecho, «la incorporación de la genética ha conseguido que nos preocupemos más por la salud en vez de por la enfermedad».
Madera ha incidido que una de las claves está en la necesidad de «avanzar hacia un modelo que prevenga las enfermedades antes de que estas ocurran».
En estos momentos hay 1.000 millones de personas que no tienen un sistema sanitario mínimo, a razón de 300 euros por persona y año. Mientras que la sostenibilidad de los sistemas sanitarios en los países ricos se centra en la genética.
A todo ello hay que sumar el envejecimiento de la población. Dentro de 20 años, el 30% de la población en España tendrá más de 65 años y consumirán el 75% de los recursos sanitarios.
Más años a la vida y más vida a los años
Ante este escenario, Víctor Madera ha advertido que para mantener la equidad y la sostenibilidad del sistema sanitario «la clave está en la prevención». «Tenemos una mente y un cuerpo y debemos ser responsables con nuestro estilo de vida».
«Para mí -ha subrayado Madera- es muy importante que las administraciones y los gobiernos piensen que la prevención es clave para la sostenibilidad del sistema sanitario y la sanidad no entiende de posiciones políticas». «Se trata de más años a la vida y más vida a los años y eso requiere inversión en promoción», ha refrendado.
Madera ha revelado que en Quirón Salud cuentan con sistemas en los que ya no hay ordenador entre el paciente y el profesional sanitario, «solo hay un contacto visual». La Inteligencia Artificial transcribe la conversación con el paciente y el sanitario ya no tiene que llevar a cabo una función administrativa.
«Vamos a ser más eficientes y va haber menos burocracia» augura. Pero «el trato humano y la empatía van a ser más relevantes».
Un paciente impaciente
En opinión de Víctor Madera, «los pacientes van a ser impacientes. Nos van a poner a prueba. Con lo que la empatía y el respeto por su tiempo van a ser cuestiones fundamentales».
«En el sistema sanitario -ha ratificado el presidente de Quirón Salud- el paciente tiene que estar en el centro, aunque lo digamos siempre, nunca ha sido así».
Ha reconocido también que no tiene sentido que en un hospital donde se han invertido 300 millones, este solo tenga actividad por la mañana. Por ello, ha manifestado que «en el sector sanitario hay que cambiar muchas cosas como el número de horas que hacen los sanitarios… En definitiva, no tenemos el paciente en el centro».
Preguntado sobre cómo conseguir que la tecnología llegue a todos para no incrementar las desigualdades, Madera ha señalado la importancia de invertir en I+D.
El sector de la salud es ineficiente. «60 cosas aportan valor, 30 no aportan nada y 10 aportan problemas». El sector sanitario debe continuar innovando para colocar al paciente en el centro.
Los neuroderechos
Ha hecho referencia a una nueva corriente que hace referencia a los neuroderechos. «Somos dueños de lo que nos pasa, pero es preciso regular la tecnología en beneficio de la persona y las administraciones tienen que ser agiles en este sentido».
El moderador, Manuel Gago y patrono de la Fundación CEDE ha manifestado que vivimos en un mundo en constante cambio y «no sabemos el alcance y cuándo va a llegar».
En este punto, Madera ha manifestado la importancia de preparar al personal sanitario para que se pueda atender al futuro.
En España hay 300.000 médicos y 360.000 enfermeras aproximadamente. «Tenemos la responsabilidad de cuidar a los que nos cuidan. Se reconoció su trabajo durante la covid-19. Son profesionales que viven en entornos complicados y cuando comparas los costes salariales con los otros países, nuestros salarios son menores», aclara Madera. En España la sanidad supone el 10% del PIB, en Francia llega al 11% y en Estados Unidos al 16%.
«La actividad médica es una experiencia emocional, no es una mera transacción», ha ratificado. En su opinión, la profesión que menos va a cambiar con la IA va a ser la de enfermería. «La IA les ahorrará procesos administrativos que no les gustan».
¿Cómo se mide el gasto?
A pesar de todas las críticas, Madera ha calificado la sanidad española como «excelente». El gasto por persona al año en España es de 3.000 euros de media, en Estados Unidos llega a los 10.000 euros.
A pesar de todo, ha expresado la necesidad de un compromiso de país, lo que requiere que nos olvidemos de las demagogias ya que en la sanidad privada se llevan a cabo el 42% de las operaciones y el 32% de las consultas.
Madera se ha definido como «defensor de la planificación publica y la financiación pública porque vivimos en el estado del bienestar, y debe haber un control público».
Por otor lado, está la prestación con calidad y eficiencia «que requiere de una reflexión macro y no depender de los vaivenes políticos». Aunque ha puesto en duda que esto pueda ponerse en práctica porque «no lo hemos conseguido hasta ahora». Además, el hecho de que la sanidad esté transferida a las comunidades autónomas no ayuda ya que cada una desarrolla el modelo que quiere.
Ha puesto también el acento en el talento y la posibilidad de atraer investigadores de Estados Unidos. «Debemos crear un entorno seguro para que el talento se quede ya que perderlo empobrece al país», ha añadido.
Ha recalcado que además de tener una alta calidad, «nuestro sistema sanitario es el más generoso. Pero debe adaptarse a los tiempos que vienen y aprovechar a sus profesionales».
El sentido económico
Otro de los puntos que ha destacado ha sido la importancia de aplicar el sentido económico al sector sanitario. Para ello es necesario formar a la población. «Cada vez que uno hace una solicitud para recibir una prestación sanitaria tiene un coste que hay que transmitir a la sociedad», ha explicado.