La investigación de la financiación ilegal del PSPV en el seno de la causa Azud pende de un hilo. La Audiencia ya dio carpetazo a las diligencias que afectaban al empresario Luján al considerar que los hechos están prescritos. De inmediato, el otro empresario salpicado por esta actividad, Enrique Gimeno, quiso aprovechar la puerta abierta por su compañero. Al cabo de una semanas, reclamó el sobreseimiento al considerar que las situaciones de uno y otro eran idénticas y, por tanto, también debía serlo el desenlace. La Fiscalía Anticorrupción sostiene lo contrario.



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