El caso Avialsa tiene al menos dos particularidades. Los lugartenientes de Serafín Castellano en el PP, Francisco Huguet y Emilio Máñez, ya acumulan más pena que el que fuera conseller y delegado del Gobierno. De momento, cuentan con una condena de dos años y medio por ser uno (Máñez) el ‘zombie’ del otro (Huguet) en la Diputación de Valencia. El primero fue contratado como brigada forestal pero, en realidad, ejercía de asesor de Huguet, entonces alcalde de Quartell y diputado provincial. Ahora, en cambio, afrontan una amenaza de mayor entidad.



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