El mes de agosto es una fecha que, extendida ya casi como un tópico, emplean las grandes ciudades para sacar adelante las excavadoras y llevar a cabo obra pública, aprovechando el descenso en el volumen del tráfico y la menor afectación para una mayoría de la gente, que lo normal es que hayan abandonado las calles. Justo lo contrario que los destinos turísticos, en los que se prohiben los grandes trabajos precisamente para no aumentar el caos.

València empieza a quedarse desierta o semi desierta. Por lo menos hasta, aproximadamente, el 25 de agosto, fecha en la que empezará a notarse un repunte en la presencia de vecinos que, conforme pasen los días, será imparable. La ciudad se queda no para unos pocos, pero sí para muchos menos. Y estarán acompañados por las brigadas de trabajadores que no descansarán en estas fechas.

Sin embargo, también hay que desmitificar un poco la historia de las obras y agosto. València se encuentra enfrascada en diferentes obras, pero las más significativas son de tan gran tamaño, que no pueden llevarse a cabo no ya durante agosto, sino durante la temporada de verano. No entienden de estaciones, sino de largos periodos. Haberlas, las hay, pero una parte importante precisan de muchos más meses.

Con todo, el mapa del mes de agosto muestra una febril actividad. Más de cien actuaciones se producen en el término municipal. Actuaciones que, como tal, se incluyen desde las obras más grandes a las más pequeñas. Desde construir el Parque Central a sustituir una arqueta. Pero que traen consigo todo un séquito de vallas, pasos, utillaje, repuestos, el consabido y necesario polvo y ruido y la pérdida, momentánea o definitiva, de plazas de aparcamiento.

La Gran Vía, cuestión del verano

Hay obras, efectivamente, «ambulatorias», diseñadas para llevar a cabo durante el periodo vacacional. Son las que, en caso de trasladarse a otra época del año, pueden generar mucho caos y cuya duración permite el acortarlo al periodo de menor actividad. Este verano, la más indicativa, en ese sentido, es la de la Gran Vía Marqués de Turia, que avanza en las obras de cambio de la canalización. Esta obra se está llevando a cabo como paso previo al mega reasfaltado que se hará en la calzada. Es de sentido común llevar a cabo la renovación de los conductos subterráneos antes de echar las nuevas capas. Empezaron en julio y han ido remontando en dirección al río. En una vía muy empleada tanto por la EMT como por el transporte escolar, perder dos carriles se está llevando a cabo sin traumas. En algún momento se han tenido que cortar vías importantes, como Conde Salvatierra, pero las máquinas han llegado ya a Cánovas, con lo que se puede prever que en septiembre estarán finalizadas o casi.

A partir de ahí, las grandes obras siguen en trámite. Iniciada la segunda mitad de 2025, la ciudad tiene varias obras importantes en la vía pública. La más importante, por su afectación, sin duda es la de Pérez Galdós, una enmienda a la totalidad con la que la ciudadanía ha empezado a aprender a convivir, y que va para largo.

Lo mismo, y ya va para largo, que se lleva soportando con las obras de la calle Alicante y el paso peatonal que unirá las estaciones de Alicante y Xàtiva de Metrovalencia y que son, de hecho, la única gran obra en el centro de la ciudad. Esta semana se ha anunciado que calzadas y aceras quedarán abiertas definitivamente a primeros de octubre.

Obras de gran calado

El sur de la ciudad es la que, con mucha diferencia, tiene más movimiento de máquinas. Son las obras más grandes y la suerte es que el impacto sobre las calzadas es mucho menor de lo que cabría imaginarse. Porque obras magnas, como la del Parque Central y el Canal de Acceso, que son como una pequeña ciudad en sí misma, con sus propias calles. Lo mismo sucede con la Terminal Intermodal que hay al sur del barrio de la Fonteta, en las grandes campas que llegan hasta MercaValencia y en las que la molestia es, en todo caso, el movimiento de camiones. Sí que tiene afectación, necesaria, las obras de mejora de acceso a la Estación de la Font de Sant Lluís y, por supuesto, la nueva canalización del colector, desviado por las obras ferroviarias, y que tienen inutilizada la vía de servicio del Bulevar Sur.

La red de carriles bici también tienen en la zona sur-suroeste los trabajos más significativos. Son los que se están desarrollando por las zonas de San Isidro y Vara de Quart para terminar de conectar las vías que incluso proceden desde más allá del nuevo cauce.

Dos plazas nuevas

A la espera de acometer, en algún momento, la reforma de San Agustín como y Ayuntamiento, palabras mayores, la Ciudad de las Plazas ultima dos espacios ciudadanos y no hay en el horizonte nuevas acciones de este tipo, que tienden a reformar antiguos espacios infrautilizados o a reformar jardines pasados de moda. Son los casos, respectivamente, de las plazas de Segovia y de Nino Bravo, en su fase final.

Luego están las obras menores o no tan menores, necesarias dentro del proceso de renovación, cambio o sustitución de todas las conducciones, invisibles al ojo cotidiano: agua, luz y gas. Es el caso de la acometida de desagües en la calle Democracia, junto al colegio Santa Bárbara, donde ya hay zonas cortadas y aparcamientos con avisos. O las de Zaidía, donde se aprecian las vallas para una acometida en la línea eléctrica.

Las grandes edificaciones también se llevan por delante algún carril o, directamente afectan al tráfico rodado o peatonal. Es el caso de las obras en Joaquín Ballester a la altura del IVO o las del solar de Jesuitas. Lo mismo que las permanentes obras en el antiguo Palacio de Justicia que, junto con algunas zanjas menores, son de las pocas afectaciones del centro de la ciudad.

Y en la zona cero

En las pedanías afectadas por la dana también hay vallas y zanjas. Es en Castellar-l’Oliveral donde está la obra más importante por su extensión. Entra dentro de una cierta normalidad, porque se trata de la renovación de tuberías de agua potable, en todo lo que es la calle Mayor y la plaza Virgen de Lepanto. Aún más rutinarias son las del polígono industrial del Forn d’Alcedo o La Torre, con la renovación de la canalización eléctrica.



Source link