María José Catalá, alcaldesa de València, ha hablado hoy de la adaptación de la ciudad al cambio climático y al intenso calor que desde hace semanas golpea la urbe y el resto de la provincia.
La presidenta de la corporación municipal ha asegurado en este sentido que el ayuntamiento estudia instalar toldos desmontables en diversos espacios de la ciudad, como la plaza de Ciudad de Brujas, donde las limitaciones patrimoniales impiden otras soluciones permanentes.
Esta medida forma parte de un plan de urbe que también incluye la ampliación de fuentes de agua refrigerada, que pasarán de las 50 que hay en la actualidad a 70.
Asimismo, en la adaptación a las altas temperaturas que cada verano parecen ser mayores y más prolongadas, Catalá ha subrayado que desde el área de Bienestar Social se habilitará un refugio climático en el barrio del Carmen de València.
También en relación con estas medidas destinadas a combatir los efectos del cambio climático, el Ayuntamiento de València ha acordado adelantar la limpieza de los imbornales antes de que llegue el período de lluvias.
“Relacionar el turismo con la escasez de vivienda es perverso”
Por otra parte, la alcaldesa de València ha rechazado hoy vincular el auge turístico con la crisis de acceso a la vivienda, algo que considera “perverso”, y ha defendido que esta problemática está relacionada con la necesidad de promover vivienda pública.
Catalá en una visita reciente a la piscina de Castellar con la concejala Rocío Gil / Levante-EMV
“Relacionar el turismo con la escasez de vivienda es perverso”, ha afirmado en declaraciones a los periodistas para recordar también que el ayuntamiento ha impulsado la construcción de 1.000 viviendas de protección oficial, al tiempo que ha subrayado la importancia de “desestacionalizar, ordenar y saber qué tipo de turista nos interesa” en València.
En este sentido, la alcaldesa ha señalado como prioritario el turismo de congresos, el gastronómico, el cultural y el de mayor poder adquisitivo. Sobre el de cruceros, Catalá ha advertido de la necesidad de una mejor regulación a fin de evitar la coincidencia de varios barcos en un mismo momento, lo que, ha dicho, “genera una presión sobre la ciudad bastante importante”.
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