En su intervención ante la prensa, el vicealcalde Sergi Campillo ha pedido hoy realizar “una reflexión serena” sobre como tienen que ser las fallas del futuro. Ayer, el concejal de Policía Local Aarón Cano también pidió que todos los agentes sociales e institucionales implicados analicen qué ha ido mal en estas fiestas para mejorarlas. Los dos han planteado ya medidas concretas que deberían aplicarse para el futuro. Tanto Campillo como Cano se muestran preocupados por el abuso del consumo de alcohol en las fallas. En ese sentido, Cano llegó a recomendar que no se autoricen “puestos de venta de bebidas alcohólicas” en la vía pública ya que hay suficientes locales, bares y restaurantes en la ciudad, “que pueden atender la demanda” de estos productos. Ello evitaría problemas de inseguridad derivados del consumo excesivo y también la proliferación de latas y comida en el entorno de estos puestos.
Por su parte, Campillo ha propuesto “unificar verbenas y discomóviles”, de las que organizan las comisiones falleras, para concentrar los eventos. Esto facilitaría el trabajo de la Policía Local, los servicios de emergencias y también la actuación de los servicios de limpieza durante la propia actividad y después.
En todo caso, el vicealcalde señala que hay que reflexionar sobre qué cosas mejorar “en el seno del mundo fallero, de la mano de las comisiones y en colaboración con la Junta Central Fallera”, ha dicho.
Campillo, de Compromís, también es partidario de aplicar la tasa turística fallera para que los miles de turistas “que nos visitan, colaboren con uno, dos o tres euros diarios, al mantenimiento y al coste de los servicios municipales” que se movilizan durante las fallas. Cobrar esta tasa, es una idea que apoyan Compromís y el PSPV-PSOE, tal como ha dicho recientemente Sandra Gómez. El vicealcalde ha afirmado hoy que la tasa turística “es urgente” que se ponga en marcha. Ya.
Cosas que hay que mejorar
Con independencia de las reflexiones aportadas a ese debate sobre las fallas del futuro por las propias autoridades, hay cuestiones que urge mejorar de forma inmediata. Una es que hay que potenciar aún más los servicios de limpieza y desplegar más urinarios si cabe por toda la ciudad. El propio alcalde Joan Ribó lo ha expresado así y lo han reclamado colectivos vecinales como Amics del Carme, la Federación de Vecinos o la Asociación de Vecinos de La Roqueta.
De paso, debería analizarse la excesiva proliferación de puestos de comida rápida y churrerías, que literalmente se han multiplicado este año por calles principales de La Roqueta, El Carme y Russafa, por citar algunos casos, dificultando la movilidad de los peatones, en especial, en las aglomeraciones provocadas por actos como la “cremà” o las “mascletades”. Ha habido calles literalmente colapsadas por churrerías y otros establecimientos como lamentan los residentes de ciertos barrios.
La concentración de público en determinados en eventos y actos, y cómo gestionar estas multitudes, es otra cuestión que hay que repensar. Las imágenes de miles de personas apelotonadas en el entorno de la Estación del Norte hasta la plaza del Ayuntamiento y en todas las calles adyacentes, pone los pelos de punta. En caso, de que una ambulancia hubiera tenido que acceder por algunas de esas vías colaterales para atender a un enfermo sería misión imposible y eso que se han mejorado y ampliado las vías de evacuación en los actos más multitudinarios.
La Roqueta, Russafa y Ciutat Vella: análisis especifico
También se deben analizar de forma particular y en especial los casos de La Roqueta, Russafa y Ciutat Vella ya que son barrios sometidos a una gran presión poblacional y una intensa turistificación durante la Semana Fallera, lo que provoca muestras de incivismo de toda clase, con los maceteros y las jardineras sirviendo como basureros; los puestos ambulantes de comida, rodeados de residuos; y las calles y portales, sirviendo como váteres públicos. Ciertas imágenes no pueden repetirse por el bien de los vecinos, en primer lugar, y de la imagen internacional de una fiesta reconocida como Patrimonio de la Humanidad, en segundo.